La fortaleza
medieval del castillo de Santiago, erguida en el siglo XV con
una superficie de 5.000 m2, domina una de las zonas monumentales
más significativas de Sanlúcar. Situado sobre la barranca que
divide longitudinalmente la ciudad, este castillo fue declarado
Bien de Interés Cultural en 1972 y, desde siempre, su imagen y
entorno han sido seña principal de la identidad de Sanlúcar.
Localizado en el ángulo más inexpugnable de la antigua muralla,
hasta hace pocos años se hallaba rodeado por históricas casonas
y bodegas características de Sanlúcar, además de la iglesia y
hospital de San Diego (siglo XVII). Tradicionalmente, las
alturas de todos estos inmuebles han rendido pleitesía a la
fortaleza no atreviéndose a restarle nunca el protagonismo que
merece.
Sin embargo en
los últimos años se están produciendo una serie de barbaridades
urbanísticas en este privilegiado entorno. Ya fue
suficientemente castigado cuando se demolió la antigua bodega
“Carril de los Ángeles y del Huerto” (4.391 m2), ubicada frente
a la Puerta de la Sirena del Castillo, para edificar una mole de
pisos en la manzana inserta entre Cava del Castillo-Carril de
San Diego-Carril de los Ángeles-Carmen Viejo, cuya edificación
se dotó de una elevación inusitada para el lugar.
En la actualidad
dos grandes amenazas se ciernen sobre este singular entorno del
Castillo. Ya se ha colocado el acostumbrado cartel de obra que
anuncia la edificación de viviendas y áticos en la antigua casa
que desde 1858 perteneció a Juana Brescaglia, situada en el
Carril de los Ángeles, nº 11, la cual se encuentra protegida por
el PGOU con el nivel parcial C-182, donde se regula como
elementos a conservar “la fachada, cubiertas y posición de
los forjados pertenecientes a la crujía de fachada y patio con
arquerías”. Esta casa, aunque reformada en el siglo XIX, tal
como demuestran las bonitas ménsulas que sostienen los balcones,
se puede fechar en el siglo XVII por el precioso patio columnado,
galerías abovedadas y enlosado de piedra de Tarifa, además de la
interesante bóveda de la escalera de la que sorprendentemente no
se dice nada en el PGOU.
El Aula Gerión
espera que no desaparezcan la tradicional estructura de esta
casa, ni su fachada, ni los materiales nobles que contiene.
Asimismo se reivindica que se respete el almizcate que limita la
finca, pues es un precioso rincón popular de gran valor
etnográfico.
Almizcate junto a la casa
n º 11 y Capilla
urbana de la Virgen de los Ángeles, cuya pintura está siendo
restaurada
La otra gran
barbaridad se va a ejecutar en una bodega situada enfrente de la
actual puerta principal del Castillo. Este inmueble fue
edificado en 1865 por Enrique Rodríguez Roldán, cuenta con 1.177
m2 y ha pertenecido a la firma Bodegas Barbadillo hasta hace
pocos meses. La finca, de planta irregular, está compuesta por
dos cañones bodegueros con diferente orientación, los cuales
están divididos mediante pilares en tres naves cada uno, y se
hallan unidos mediante un patio trabajadero. La fachada fue
reornamentada a mediados del siglo XX. El volumen que supondrá
la futura edificación de pisos sobre el solar de esta bodega no
hará más que aplastar deshonestamente la visión de la fortaleza
y la configuración de su entorno, además de perderse la
tradicional imagen bodeguera del Barrio Alto. En definitiva, con
todas estas actuaciones la figura señorial y regia del Castillo
sanluqueño quedará emparedada como un sándwich, perdiéndose para
siempre la calidad arquitectónica de este entorno urbano.
El Aula Gerión
responsabiliza de todo este disloque al Ayuntamiento de Sanlúcar,
que por demás ha demostrado su incompetencia para restaurar
directamente el Castillo, habiéndolo cedido a una empresa
privada por cincuenta años, la cual se está beneficiando no sólo
de sustanciosos beneficios fiscales sino de unas subvenciones de
la Junta que podría haber solicitado el mismo Ayuntamiento.

Gerión reclama la
intervención de la Consejería de Cultura en las obras que se van
a realizar en el entorno de B.I.C. Castillo de Santiago. Además,
esta asociación considera que a este contexto urbano debe
otorgársele un uso más acorde y más social que los vulgares
pisos que se proyectan, a fin de lograr que todos podamos seguir
disfrutando de la espléndida fortaleza medieval y sus aledaños.
Ejemplos a seguir deben ser los marcados por la reciente
restauración de la llamada “Casa Rosa”, en la misma Cava del
Castillo; o la excelente conservación de las varias bodegas de
la firma Barbadillo que circundan este bello espacio sanluqueño.

